Capítulo III
El autor, sabedor ya de dónde se encuentra, decide perderse. Así que ignora el avión, a la niña, la mermelada y a Ricky Martin, y se da una vuelta por Viejigantelandia. Pasan pocos minutos (menos de uno) hasta que se da cuenta de que hay un mirador por el que todo el mundo mira. Aventuras y desventuras varias gracias a curiosos sucesos relacionados con el mirador.
Convencido de que en esa tierra tan bizarra debía de haber algo mínimamente interesante y/o inquietante, le dije a la niña que fuese a comprarme tabaco. La niña, que era idiota muy buena, fue corriendo a comprarme algo que ni siquiera existía en tal país.
Era el momento ideal para darle esquinazo.
Así que salí corriendo tal y como haría cualquier otro ser humano maduro y responsable, y me topé de morros con una persiana que tenía tacto de pellejo. "¿Qué es esta mierda?", exclamé sin percatarme de mi mala lengua. "Esta mierda es mi abuela, pero gracias por matarla", me dijo una vocecilla apitufada. Miré hacia abajo y un zurullo me estaba hablando. "La has matado, desgraciado", me dijo llorando lágrimas de diarrea. Yo levanté mi pie izquierdo despacio, con el corazón encogido, con una mezcla de miedo y emoción alojándose en el más recóndito rincón de mi alma. ¡Joder, que nunca había pisado una mierda que hablara!
Efectivamente, lo había hecho. Allí estaba, en la suela de mi zapato, el cuerpo inerte de una mierda anciana y, a escasos centímetros, en el suelo, su nieto-mojón llorando como un culo con gastroenteritis.
Por unos segundos me sentí como el peor de los criminales. Luego pensé "No ha sido tu culpa. Las mierdas son pequeñas, están por todas partes y algunas están secas y no las hueles venir. Además, podia hablar y no lo hizo. Una mierda normal sueña con tener esa ventaja y esta abuela-caca la tenía y no la aprovechó para salvar su excremencia, digo...su existencia."
"Ha sido por tu puta culpa. Te voy a llevar ante el tribunal de Mierdicia. Allí el Juez Cagao decidirá qué hacer contigo", dijo la mierda que seguía viva, mientras yo pensaba: "¿Y si te piso y te callas la boca, qué?"
Paré un momento a reflexionar y a hacer balance de lo sucedido: Chico engaña a Niña, Chico sale corriendo, Chico tropieza con Pellejo Extraño, Chico pisa Mójon Parlante, Chico es amenazado con ser llevado a juicio por Familiar de Mojón Parlante.
Era el momento ideal para darle esquinazo.
Así que salí corriendo tal y como haría cualquier otro ser humano maduro y responsable, y me topé de morros con una persiana que tenía tacto de pellejo. "¿Qué es esta mierda?", exclamé sin percatarme de mi mala lengua. "Esta mierda es mi abuela, pero gracias por matarla", me dijo una vocecilla apitufada. Miré hacia abajo y un zurullo me estaba hablando. "La has matado, desgraciado", me dijo llorando lágrimas de diarrea. Yo levanté mi pie izquierdo despacio, con el corazón encogido, con una mezcla de miedo y emoción alojándose en el más recóndito rincón de mi alma. ¡Joder, que nunca había pisado una mierda que hablara!
Efectivamente, lo había hecho. Allí estaba, en la suela de mi zapato, el cuerpo inerte de una mierda anciana y, a escasos centímetros, en el suelo, su nieto-mojón llorando como un culo con gastroenteritis.
Por unos segundos me sentí como el peor de los criminales. Luego pensé "No ha sido tu culpa. Las mierdas son pequeñas, están por todas partes y algunas están secas y no las hueles venir. Además, podia hablar y no lo hizo. Una mierda normal sueña con tener esa ventaja y esta abuela-caca la tenía y no la aprovechó para salvar su excremencia, digo...su existencia."
"Ha sido por tu puta culpa. Te voy a llevar ante el tribunal de Mierdicia. Allí el Juez Cagao decidirá qué hacer contigo", dijo la mierda que seguía viva, mientras yo pensaba: "¿Y si te piso y te callas la boca, qué?"
Paré un momento a reflexionar y a hacer balance de lo sucedido: Chico engaña a Niña, Chico sale corriendo, Chico tropieza con Pellejo Extraño, Chico pisa Mójon Parlante, Chico es amenazado con ser llevado a juicio por Familiar de Mojón Parlante.
¿Qué hacer, Dios Mío, qué hacer?
"Mira, tío", le contesté, "En la introducción del capítulo ponía que tenían que pasarme cosas con un mirador, así que no me jodas. Detrás de esta persiana con tacto de piel humana tiene que haber un mirador. Todo cuadra. Y si no es así, ayúdame a encontrarlo, y a tu abuela que le den por culo".
El nieto-mierda se quedó perplejo. No supo qué decir en ese momento, ni en el siguiente, ni en los 15 momentos que le siguieron a ése. Se quedó mudo e inmóvil, así que aproveché para ir a comprar tabaco.
El nieto-mierda se quedó perplejo. No supo qué decir en ese momento, ni en el siguiente, ni en los 15 momentos que le siguieron a ése. Se quedó mudo e inmóvil, así que aproveché para ir a comprar tabaco.
4 comentarios:
Que nadie te diga k esta es una mirda de historia, pero huele a sugus de venceslao por aki...,
Para empezar, creo que eres igual de idiota que la Niña. Joder, ¡que allí no hay tabaco! A ver si nos enteramos.
Para seguir, en algunos puntos de esta historia he sentido tantísimo asco que he estado a punto de parar de leer e ir al váter a vomitar. Por suerte para mi váter, no había cenado esta noche y no tenía nada que echar.
Y para terminar... por el bien común, córtate los dedos.
PD: todo esto es sin rencor y sin odio, te lo digo desde el cariño... (chico, qué quieres, si cuela, cuela).
Veo que "Los Viajes de Créduler" gustan bastante tirando a muchísimo. Estoy orgulloso.
dejate de sugus mas bien huele a tabaco!!...si las mierdas hablaran de verdad...aii si hablaran..
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