domingo, 18 de mayo de 2008

Delirios al amor de la lumbre


Él se enamoró locamente de ella, y ella de él. Salían a pasear a cámara lenta por la playa y a comer spaghetti como La Dama y el Vagabundo. Un día ella lo dejó porque no olía bien. Resulta que él, al oler algo, hacía mucho ruido con la nariz, y ella decía que una persona que no huele como es debido no puede ser trigo limpio.

A partir de entonces: angustia, llantos, llamadas a medianoche a la teletienda de Antena 3, ... todo por culpa del amor. Se sentía desolado, como un cacahuete en un desierto de panchitos, como una rana lanzada a 300 km/h contra el culo de una vaca, como una tapa de yogur tirada a la basura sin ser chupada, ...la vida es una mierda cuando te sientes como una mierda.

Pero un buen día llegó la felicidad. Ella murió atropellada por un búfalo con sobrepeso. Él se casó con su cadáver y fueron felices hasta que las autoridades se enteraron. Hay gente que no comprende el romanticismo.

Qué bonito es el amor. La necrofilia es menos bonita. Cuando muera quiero donar mis órganos al Conservatorio de Matalascañas y mi colección de matasuegras al Museo del Prado.

No le digáis a nadie que no llevo calcetines.

2 comentarios:

Perdi dijo...

Madre mia que bien hablao primo.



Abajo el amor!! Ya la he cagao

Anónimo dijo...

te compro el hígado y una matasuegra del 83 que tienes que me encanta.



no le digas a nadie que ceno calcetines