Te va mal en los estudios, no encuestras trabajo, te das cuenta que no vas a poder tener en tu vida una casa propia, la chica por la que suspiras pasa de tu cara, tus padres ya no son aquellos héroes que creías eran en el pasado, el encender la tele significa encontrarte con un mundo basura, los años pasan y te ves raro en algunos sitios que siempre fueron tu casa... Tu vida cambia. A peor. El vaso siempre está medio vacío. Pues sabes qué te digo... que OPTIMISMO.
Cuánta gente querría ocupar tu posición. Tú que siempre encuentras a un amigo para compartir algo, aunque sean tus tristezas. Que nadie te quita tu derecho de gritar a los cuantro vientos que no te gusta el mundo donde vives. Que aun no siendo rico, nunca te falta dinero para pegarte una fiesta. Que aunque esa chica no se fije en tí, tienes el valor de seguir intentándolo. Que aplicas la misma perseverancia al levantarte cada mañana aun sabiendo que tu día no traerá nada nuevo.
No sé si será efecto de la primavera, pero me siento optimista. ¿Por qué preocuparse, si eso no va a cambiar nada? Vuelve a mirar el vaso y velo medio lleno.
Disfruta y sigue buscando
1 comentario:
Claro que sí, primo. Qué bien hablas, pijo.
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